A principios de año hubo un intento de cambiar el color del pelo (ya ni me acordaba...) pero no funcionó. El rollo zanahoria no fue conmigo. Como una vez escuché ser rubia es, más que el color de pelo, una actitud jajajaja
En marzo, un viaje que prometía ser increíble acabó siendo... una experiencia más. No conforme con un tiempo bastante asqueroso en Santiago de Compostela, fue una de las veces que más mala me puse. Me pasé más tiempo en la cama hecha un asco que conociendo. Vamos, ¡que mejor olvidarlo!
Ahora pasemos a algo que debería suceder todos los días:
Eso sí, duraron lo que dura una comida y una tarde de spa jajaja.
Y luego llegó la ansiada graduación para decir adiós a un bachiller espectacular todo gracias a la gente y sobre todo al sitio. La Escuela de Arte es un sitio mágico de donde no me hubiera gustado irme nunca y que todos deberíais pisar al menos una vez en la vida. Allí nadie es más que nadie ni nadie te valora por la apariencia, allí aprendes a valorar los consejos de quien tienes al lado. Y también aprendes mucho sobre (obviamente) arte, allí es menos estudiar y más hacer y así se hacen las cosas con unas ganas increíbles y se aprende el triple de rápido. Sinceramente espero volver pronto; por ahora sólo dar las gracias por dos años increíbles.
Llegaron mis ansiados dieciocho y con ellos el verano. Las ansiadas vacaciones después de la maldita PAU (aprobada sin mucho esfuerzo, pa' que mentirnos). Dije que no haría nada durante el verano más largo de mi vida (hasta ahora) y así fue: playa, fiestas de prao, playa, pintar, playa, bajar el Sella, playa, playa...
Pero todo lo bueno se acaba y comenzó otra nueva etapa en mi vida: la universidad. No entraba en mis planes la universidad, yo quería seguir en la Escuela de Arte pero se torció. Aún así, siempre positiva creo que las cosas suceden por algo y por algún motivo yo debía estar donde estoy. Me matriculé en algo que sinceramente no sabía ni que existía y que, bueno, sabía "algo" de qué iba pero tampoco gran cosa. Lenguas Modernas. A día de hoy cuando la gente me pregunta que qué estudio y le digo eso no tienen ni idea de lo que es (normal). El destino es el destino y ello quiso que yo empezara a estar un poquito más cerca de mi Alemania con esta carrera :)
Por supuesto no pudo faltar ir a Cheste y superar las expectativas con las que iba. También vi a dos de mis favoritos, a Leiva por primera vez y a Fito ya... ni sé cuantas van. Hice mi primera quedada para ver la final de Gran Hermano (sí, de Gran Hermano jajaja) y también fui a mi primera nochevieja universitaria.
Haciendo balance no ha sido un año ni tan malo. Más bien de cambios, de volver a recuperar amistades estancadas, de conocer gente nueva increíble y también de mandar a paseo a tanta otra que no merecía la pena. Sin duda, mis propósitos para este 2015 que llega son no abandonar el gimnasio, sentirme bien conmigo misma, hacerme mínimo mi segundo tatuaje, leer más, una pequeña escapada a Alemania (¡ojalá!), acabar el curso bien y, muy importante, dejar de ser la amiga que no bebe que pringa con los pedos de todos.
¡Feliz 2015!
